viernes, 3 de junio de 2016

Natalio Bayo

             


 Premio Nacional al libro mejor editado: Shakespeare, Romeo y Julieta,
ilustraciones del artista aragonés Natalio Bayo.

domingo, 24 de abril de 2016

Resultado de imagen de lunas en fondo blanco

 

 


     Volverá tu dulce sonrisa

     en mí sueños despertar,

     y otra vez con tus tiernos besos

     mis mejillas sonrojar.

     Pero aquellos que al alma llegaban

     y que a mí me hacían temblar,

     aquellos que tu amor demostraban

     esos….¡no volverán!


     Volverá el brillo en tus pupilas

     mis heridas suturar,

     y otra vez con un suave roce

     mi corazón palpitar.

     Pero aquellos que a mí me mostraban

     que tú siempre me ibas a amar,

     aquellos que esperanzas guardaban

     esos….¡no volverán!

                

jueves, 10 de marzo de 2016



EL DESAMOR

Yo no te pido que me trates
como una princesa
sólo te pido que no pretendas
convertirme en tu asistenta.
Yo no te pido que me seduzcas
con buenos guisos
sólo te pido que seas capaz
de freírme un par de huevos fritos.
Cuando te conocí pensé que eras
el hombre de mi vida
pero eso fue antes de saber
cómo te las gastabas cada día.
Minuto a minuto, día a día,
te dejas sentir;
son muchas las huellas
que dejas en mí.
Cuando yo anhelaba tu compañía
tú con el fútbol te distraías
y ahora que eres tú quien me buscas
soy yo la que se aleja de tí cada día.
Yo no te pido que me vuelvas a enamorar
sólo te pido que me dejes en paz
porque tú nunca vas a cambiar.





Clara María Rodríguez Galve, paráfrasis del poema Yo no te pido de Mario Benedetti.

viernes, 5 de febrero de 2016



Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán;


pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas... ¡no volverán!


Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun mas hermosas,
sus flores abrirán;


pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
esas... ¡no volverán!


Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
 tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;


pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
¡así, no te querrán!

Gustavo Adolfo Bécquer
Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.
De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.
Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.
Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Mario Benedetti


Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.


Mario Benedetti
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las
gentes del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
"Yo te quiero, soy yo".

Pedro Salinas, La voz a ti debida 
Te sigo. Espero. Sé
que cuando no te miren
túneles ni luceros,
cuando se crea el mundo
que ya sabe quien eres
y diga: "Sí, ya sé",
tú te desatarás,
con los brazos en alto,
por detrás de tu pelo,
la lazada, mirándome.
Sin ruido de cristal
se caerá por el suelo,
ingrávida careta
inútil ya, la risa.
Y al verte en el amor
que yo te tiendo siempre
como un espejo ardiendo,
tú reconocerás
un rostro serio, grave,
una desconocida
alta, pálida y triste,
que es mi amada. Y me quiere
por detrás de la risa.


Pedro Salinas, La voz a ti debida
                                          20

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. 
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada, y 
tiritan, azules, los astros, a lo lejos". 
El viento de la noche gira en el cielo y canta. 

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 
En las noches como esta la tuve entre mis brazos. 
La bese tantas veces bajo el cielo infinito. 
Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Como no haber amado sus grandes ojos fijos. 

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 
Oír la noche inmensa, mas inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. 
Que importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche esta estrellada y ella no esta conmigo. 

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 
Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no esta conmigo. 
La misma noche que hace blanquear los mismos arboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa, 
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda, Veinte poemas de amor y una canción desesperada



 EL DESAYUNO

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».


Luis Alberto de Cuenca, paráfrasis del Poema 15 de Pablo Neruda
                                    15 


ME gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.



Pablo Neruda, Veinte poemas de amor y una canción desesperada

martes, 12 de enero de 2016

EL NOMBRE DE LA ROSA

EL NOMBRE DE LA ROSA

El autor de esta novela medieval es Umberto Eco que escribe en su novela "El nombre de la rosa" sobre dos franciscanos llamados Guillermo de Baskerville y Adso, el cual es el narrador de esta historia.
Guillermo es el maestro de Adso y los dos viajan a una Abadía lejana en la que están asentados unos monjes copistas. Al llegar descubren que ha habido una muerte reciente de uno de los monjes, de la cual sospecha Guillermo.
El maestro y su aprendiz deciden investigar el suceso y llegan a la conclusión de que en ese caso pudo ser un suicidio pero pronto aparece otro cadáver. En este caso esta claro que no ha sido un suicidio y pronto los monjes supersticiosos creerían que es el principio del apocalipsis.
Guillermo y Adso se disponen a investigar las últimas horas de vida de los dos monjes muertos y en el pupitre de uno de los monjes copistas, encuentran un pedazo de una hoja en la que se puede leer un trizo de un texto escrito en griego. Están siendo escuchados y vigilados por uno de los monjes que rápidamente los distrae y roba el libro del pupitre del monje.
Mientras están en busca del libro y el ladrón, Adso descubre a una mujer escondida en la Abadía y se enamora de ella.
El ladrón aparece muerto unos días después, ahogado. No hay ninguna pista de donde podría estar el libro. Asi se ponen a investigar maestro y aprendiz y descubren una habitación escondida, la cual no tiene cerradura.
La habitación lleva a un pasadizo que lleva a una biblioteca llena de libros prohibidos, los cuales muchos son cómicos y en concreto uno que es de Aristóteles, el libro que falta.
Uno de los monjes es muy sospechoso. El monje jorobado llamado Salvatore, solo habla una lengua muerta, se dedica a cuidar las tumbas y en una ocasión ataca al aprendiz hablando con él sobre el diablo.
Cuando muere uno de los monjes mas ancianos, coinciden en los tres cadáveres las manchas de tinta en la mano y en la lengua. Salvatore, la mujer y otro monje son sospechosos de cometer los delitos y de invocar al diablo en la Abadía. Adso esta convencido de que la mujer es inocente y se hace a la búsqueda del asesino junto con su maestro.
Encuentran al monje mas viejo y ciego llamado Jorge de Burgos, el cual tiene el libro perdido de Aristóteles.
Este intenta huir y sin quererlo, prende fuego a los libros haciendo que se queme la Abadía entera. El fuego despista a los monjes que estan quemando a los pecadores, dejando a la mujer sana y salva.
Jorge de Burgos muere en el fuego pero Guillermo de Baskerville consigue huir junto con Adso.
Sanos y salvos emprenden su viaje de vuelta a casa.

Este libro es de los que se pueden leer de una tirada, es entretenido y engancha. Personalmente me ha gustado mucho la historia, sobretodo la similitud que tiene con muchas series policíacas de hoy en día.

Álvaro Baumann

viernes, 1 de enero de 2016

ECO, UMBERTO: El nombre de la rosa



ECO, UMBERTO: El nombre de la rosa. Barcelona: RBA, 1992.



Resumen


                                          
Esta historia histórica que transcurre en 7 días comienza con
la investigación de una muerte, la muerte de un monje en una abadía.
Son Guillermo y su ayudante Adso quien intentan descubrir el culpable de este misterio.
Podían realizar todo lo necesario para intentar descubrir quien era el culpable menos entrar en la biblioteca donde tenían totalmente prohibida la entrada.
Quisieron hablar con los conocidos del muerto Adelmo, por ello se dirigieron al scriptorium, muchos de ellos atribuían la
culpabilidad del suceso al diablo.

Un día más tarde había un nuevo muerto, este era Venacio, el especialista de griego.
Lo llevaron al laboratorio y al ser examinado salió que fue envenenado al igual que su otro compañero. En el herbolario había veneno, por lo tanto alguien había lo había robado.
     

Todo este misterio rondaba entorno a un libro escrito por Aristoteles, por tanto según Guillermo la clave para resolver estos delitos se encontraba en la biblioteca.

Comentario

El libro El nombre de la rosa nos quiere mostrar como regía la doctrina eclesiástica y como podía llegar a ocultar la verdad mediante la religión.

Esta historia policiaca protagonizada por los investigadores Guillermo de Baskerville y su ayudante Adson nos muestra un relato lleno de intriga, que por lo tanto es una novela la cual engancha con facilidad aun que llega a ser abrumadora en algunos momentos debido a sus largas descripciones.

Es una novela difícil de leer por su inmenso relato y complejo debido a que por tanta descripción te puedes llegar a perder, pero es una novela extraordinaria con un final impactante.

Es un libro que yo recomendaría pero para leerlo más a delante ya que se necesita mucha paciencia para leerlo, no solo por su gran extensión si no también por la dificultad del vocabulario en alguna ocasión.