viernes, 1 de enero de 2016

GORDON, NOAH: El último judío. Editorial Rocabolsillo, 1999.

GORDON, NOAH: El último judío. Editorial Rocabolsillo, 1999.
                                                                                

Resumen

El hecho de perder  a su familia obliga a Yonah Toledano a madurar antes de tiempo para sobrevivir en un reino en el que los judíos han recibido la orden de abandonar Castilla y Aragón.
En estas circunstancias, los judíos deben optar o bien por convertirse al cristianismo si desean permanecer en la Península Ibérica, o bien exiliarse y buscar refugio en el extranjero.
Pese al peligro que supone seguir viviendo en la Península sin convertirse al cristianismo, Yonah nunca olvidará sus orígenes y no renunciará a su religión.

Yonah deberá escapar del poderoso brazo de la Inquisición que persigue a todo aquel sospechoso de ser un falso converso.
Por ello Yonah deberá adoptar una nueva identidad y mantenerse lejos de cualquier persona susceptible de denunciarlo y no podrá estar durante mucho tiempo en un sitio concreto al correr el riesgo de ser atrapado y condenado a la hoguera.


Comentario

La novela pretende recrear la sociedad de la España de finales del siglo XV, la cual se ve forzosamente transformada a partir del Edicto de Granada de 1492, decisión que toman los Reyes Católicos, influidos por la Iglesia, para expulsar a los judíos de España.
Esta polémica decisión creará un clima hostil y de miedo en la Península, debido a que cualquier ciudadano puede ser llevado ante la Inquisición, encargada de perseguir a cualquier falso converso, por indicios de no ser un cristiano devoto.
De esta forma la mayor parte de los cristianos viejos se mostrarán hostiles e implacables con cualquier muestra de influencia judía y se creará una atmósfera antisemita.
La narración de este hecho en la novela recuerda la situación de la Alemania nazi.
En ambos contextos la opinión general se muestra a favor de castigar a los judíos, a los cuales se culpa de estar detrás de los males: epidemias, crisis económica, hambrunas…

Noah Gordon, el autor del libro, describe a la España de finales de la Edad Media como un país muy semejante al actual: multicultural y plurilingüe, en el que coexisten pacíficamente, hasta la llegada de la Inquisición, tres religiones: cristiana, musulmana y judía.
La novela muestra la repercusión que tuvo la expulsión de los judíos por la pérdida de médicos, plateros, comerciantes o artesanos y sus conocimientos recogidos en libros, los cuales serán quemados.

Por otra parte Noah Gordon utiliza unos recursos narrativos poco frecuentes en el comienzo de la obra: mezclar los relatos de varios supuestos protagonistas: un médico, un platero y un fraile, los cuales se verán involucrados en la investigación del asesinato de Meir y la desaparición del relicario de Santa Ana. Esta primera parte recuerda mucho a una novela policiaca como El nombre de la rosa, ya que parece abordar las intrigas en un monasterio y transmite al lector la sensación de estar buscando un culpable.

Sin embargo, en un momento de la novela, estos tres protagonistas y el tema sobre el que circula la obra parecen desaparecer por arte de magia, y ahora el protagonista de la novela pasa a ser el hermano del asesinado, Yonah Toledano, el cual antes no parecía merecer nuestra atención pues no estaba involucrado en la trama.
Este cambio drástico de situación descoloca al lector, ya que las vidas de los tres anteriores protagonistas quedarán  en el aire hasta que Yonah Toledano se reencuentre con ellos después de pasar muchos años vagando por la Península Ibérica sin un rumbo claro, lo que provoca al lector una sensación de no saber a dónde va a ir a parar la novela. Estos cambios continuos que se deben a la persecución que sufre Yonah Toledano por parte de la Inquisición sólo se verán frenados cuando este adquiera un considerable estatus social y pueda establecerse en un lugar concreto, formando un hogar y ejerciendo una profesión, la de médico, hasta el resto de su vida.

Otro aspecto del libro que me ha sorprendido es la relación de Yonah con el asesinato de Meir, cómo durante algunos pasajes Yonah parece querer seguir investigando las causas y los culpables del asesinato y arriesgarse a ser descubierto por la Inquisición, y cómo, en otros,  se convierte en una persona muy cauta y  no parece querer vengarse de los culpables de la destrucción de su familia, llegando a tenerlos como conocidos para estudiar su mente de cerca, pero nunca acusándoles de los hechos.

Yonah acabará matando como lo hace la Inquisición, hecho que trastornará la mente de este ya que se siente tan merecedor de ir al Infierno como los perseguidores de judíos.
Finalmente Yonah recapacita y se da cuenta de que, mientras los inquisidores llevan a cabo la muerte de los supuestos falsos conversos por unos dogmas radicales de la religión, él lo hace únicamente en defensa de su vida y de sus creencias.

Estas creencias serán defendidas por Yonah, quien, en vez de seguir los consejos de los cristianos nuevos que le instan a convertirse al cristianismo para poder llevar una vida tranquila, no dejará de practicar el judaísmo en la clandestinidad como sentimiento personal que le une a su familia fallecida y  a sus tíos y su hermano Eleazar, cuyo paradero desconoce.

La obra finalmente termina con un desenlace predecible, como cualquier cuento infantil. Yonah, su esposa y sus hijos fueron felices y comieron perdices hasta el último día.

Por último el autor crea ficticiamente una conexión de Yonah Toledano con una supuesta descendiente de este, Yonalyn Toledano, una abogada estadounidense que se va de viaje con una amiga a España, donde estará cerca de reencontrarse por pura casualidad con una de las pertenencias de su antepasado Yonah, una vajilla de copas de plata, las cuales rechazará comprar en una tienda de antigüedades por no ser un regalo adecuado para su abuela.
Este episodio pretenderá dar credibilidad a la historia de Yonah y que el lector vea cómo los acontecimientos están interrelacionados.

Como valoración final hay que decir que el libro no está destinado a un público infantil debido a pasajes con gran violencia que pueden herir la sensibilidad y el odio que emanan ciertos personajes contra sectores de la población, como judíos o musulmanes.
Por ello el lector debe tener la madurez necesaria para no identificarse con ningún personaje y leerlo objetivamente. Yo diría que a partir de los catorce años es una edad en la que uno ya puede valorar las ideas y no dejarse influenciar.

La lectura se hace muy amena, el lector puede empatizar con los sufrimientos y el dolor  del protagonista cuando pierde a su familia o la valentía de este para sobreponerse a situaciones difíciles, en la que uno debe luchar solo.

Por otra parte hay que decir que el libro, aparte de querer hacer que el lector use su imaginación para recrear los escenarios donde se desarrolla la acción y transmitir emociones, también pretende que el lector descubra cómo era la cultura, la sociedad y los conocimientos en medicina (Avicena, Galeno) o el trabajo en una armería, que encajan bien con el contexto de la trama pues son los conocimientos que los maestros pretenden transmitir a Yonah en el aprendizaje de su oficio.


Como aspecto negativo hay que señalar que el final feliz era demasiado previsible y hubiera sido preferible un final sorprendente e inusual.

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