FALCONES,
ILDEFONSO: La Catedral del Mar. Barcelona:
Random House Mondadori, S.L., 2006.
RESUMEN
Esta novela histórica
ambientada en Barcelona, durante la Baja Edad Media, en el siglo XIV, comienza
con la boda de Bernat Estanyol, un siervo de la tierra, y Francesca. Ambos
estaban sometidos al poder de su señor feudal, el conde de Bellera, y este
obligará a Francesca a yacer con él en su noche de bodas. Esta circunstancia
provocará en ella un deterioro progresivo e irreversible así como un
distanciamiento en su relación conyugal.
Bernat se verá
obligado a dejar sus propiedades y vida a causa de los terribles abusos de los que era
objeto por su señor feudal y huirá junto a su hijo Arnau a Barcelona en busca
de la muy anhelada libertad que nunca llegó a tener.
La llegada a la
ciudad coincide con el inicio de la construcción de una catedral, Santa María
de la Mar, por parte de los pescadores de la Ribera y esta circunstancia va a
ser utilizada por el autor para compaginar paralelamente la realización del
templo con la evolución que experimenta Arnau tanto personal como
profesionalmente; comenzará trabajando como palafrenero, siendo el criado que
llevaba del freno al caballo cuando era un niño y continuará como bastaix,
estibador y soldado hasta llegar a ser cambista, logrando con esta profesión
privilegiada mantener muy buenas relaciones, pero ganándose también el odio de otros,
que dificultarán su vida y desencadenarán una serie de sucesos que serán
decisivos para el desenlace de la novela.
COMENTARIO
El
autor de la obra, Ildefonso Falcones, nos traslada mediante La Catedral del Mar al período histórico
de la Baja Edad Media, concretamente a los años 1320-1384, etapa de expansión
de la Corona de Aragón por el Mediterráneo, para relatarnos mediante la historia
“ficticia” de la vida de Arnau Estanyol
cómo se vivía en la Cataluña de aquella época y los acontecimientos más
representativos que se llevaron a cabo como la construcción del templo de Santa
María de la Mar, entre otros.
Además,
al tener el carácter de “telenovela” histórica, hace que su lectura resulte
entretenida y amena, a la vez que nos proporciona información sobre el contexto
histórico de la época. Resultan muy
interesantes las aportaciones que hace el autor sobre algunos términos
históricos como bastaix y host, las costumbres de la sociedad feudal, el papel
de la Inquisición, así como el de la mujer y los judíos, y la excelente descripción
de la Barcelona medieval del siglo XIV.
Falcones
critica la desigualdad y las injusticias de la época. Así, por ejemplo, con el
derecho de pernada, característico del feudalismo, donde el señor feudal tenía
derecho a yacer con las esposas de sus siervos Otro ejemplo de discriminación
hacia la mujer es el dictamen real (ley dictada por Alfonso III), según el cual
existía la obligación para todas aquellas mujeres que presuntamente habían sido
infieles a sus maridos, de vivir encerradas en un pequeño habitáculo con tan
sólo pan y agua, tal y como le sucede a la madre de Joan. Estas son muestras
del machismo de la época y de la escasa consideración social que tenían las
mujeres respecto de los hombres, siendo utilizadas en ocasiones como esclavas
para satisfacer sus propios deseos, más que como esposas(cuando ese era el
caso). ” El señor podía yacer con la novia en su primera
noche; podía reclamar a las mujeres para que amamantaran a sus hijos, o a las
hijas de éstas para que sirvieran como criadas en el castillo…” (Pág.25)
El
autor también critica el gran poder de manipulación que tenía la iglesia sobre
la sociedad y las barbaries que llegaron a hacer a través de la Inquisición
llevando a cabo falsas conjeturas como es el caso del odio hacia los judíos (xenofobia)
y la invención de los terribles rituales de éstos con el objetivo de
condenarlos y librarse de ellos. Ildefonso Falcones también reprocha el poder
que tenía la nobleza para influir sobre las autoridades de la Inquisición y
condenar a inocentes con el sólo propósito de librarse de ellos, como ocurre
con Arnau.
La
novela refleja a la perfección cómo estaba organizada jerárquicamente la
sociedad feudal en tres grupos sociales o estamentos: la nobleza y el clero,
como estamentos privilegiados y los artesanos y campesinos, como tercer
estamento que carecía de privilegios, siendo el escalón inferior de la sociedad.
Se pone de manifiesto la codicia, la maldad y la impunidad de actuación de las
clases más altas, que en la mayoría de las ocasiones se consideran por encima
del bien y del mal.
“-
Ellos mandan, padre. Los nobles mandan. Mandan en el campo, mandaban en
vuestras tierras y mandan en la ciudad.
Joanet
los observaba en silencio. “Hay que obedecer y someterse a los príncipes - le habían enseñado sus profesores -. El
hombre encontrará la libertad en el reino de Dios, no en éste”
- No
pueden mandar en toda Barcelona. Sólo los nobles tienen caballos, pero podemos
aprender otro oficio. Algo encontraremos, hijo.” (Pág. 155)
Asimismo,
la novela abarca a una gran cantidad de personajes con personalidades y
caracteres muy diversos: Arnau Estanyol,
protagonista de la historia, crece como un ciudadano libre en Barcelona, pero siempre deberá luchar
contra la injusticia y la crueldad del destino. Este personaje al igual que el
de su padre, Bernat, simbolizan la
honradez y generosidad. Junto a ellos podríamos citar también a Sahat y Hasdai, amigos de Arnau y miembros de la comunidad judía; Aledis Segura que fue el primer amor de
Arnau y aunque a priori tenía un carácter prepotente, acabará manifestando su
verdadero cariño hacia Arnau; María,
la primera esposa de Arnau y Mar,
quien vivirá con Arnau, a quien ama pero que tras una conspiración será
traicionada por él sin ser consciente de ello, para más tarde, volver a estar
juntos. Por último, el padre Albert, sacerdote de la catedral
que ayudó a Arnau y Joan cuando estos eran niños y los introdujo en la fe
cristiana y devoción por la Virgen del Mar.
Como personajes antagonistas podemos citar a:
El Señor de Bellera, causante de que Bernat y su hijo tengan que huir de sus tierras. Luego
su hijo querrá tomar venganza y acusará a Arnau ante la Inquisición.
Grau Puij, cuñado de
Bernat, su prosperidad le endureció el corazón y olvidó sus orígenes. Al
enviudar contrae matrimonio con una noble que será cruel con Bernat y su hijo.
Margarina Puij, prima de Arnau, lo acusa injustamente de ser el responsable de la
muerte de su hermano y luego sigue urdiendo mentiras para perjudicarlo. Su
hermano será uno de los que acusan a Arnau ante la Inquisición.
Joanet, amigo y casi
hermano de Arnau, comienza como un niño abandonado y termina siendo un miembro
de la Inquisición, luego muere prendido en llamas como una especie de auto
castigo por su intolerancia.
Elionor, noble
protegida por el rey, se desposa con Arnau como premio por su heroica actuación
en una batalla. Arnau no la quiere y ella en venganza urdirá planes para causar
daño a Arnau. Muere junto a Joanet prendida en llamas.
Para concluir diré
que se trata de una novela de fácil lectura, escrita en un registro adecuado
para el leyente, que utiliza el diálogo y la descripción, despertando de esta
manera en el lector la imaginación constante de la historia como si de una
película se tratase y en la que se entrecruzan
lealtad y venganza, traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la
intolerancia religiosa, la ambición material y la segregación social. Todo ello
convierte a esta obra no solo en una novela absorbente, sino también en la
recreación de las luces y sombras de la época feudal. Arnau en
El
rigor histórico de la novela se ha adaptado en ocasiones a la ficción. Las
vivencias de Arnau son el ejemplo más claro: resulta poco probable que un
campesino como él pudiese realizar todo lo que hizo, y que habiendo nacido como
siervo de la tierra, acabase convertido en un ciudadano próspero y respetable.
Sin embargo, gracias a la evolución de este personaje, el autor ha podido
mostrar todos los estratos sociales de la época.
En
el libro, además de historias personales y recreaciones de época, se detalla
minuciosamente cómo los habitantes del barrio de La Ribera construyen piedra a
piedra y en solo 55 años el mayor templo mariano jamás conocido. Ello sin duda,
puede despertar en el lector la curiosidad de conocer esta iglesia cuando
visite la ciudad de Barcelona. Yo, que tengo la suerte de conocerla, he tenido
la oportunidad de reproducirla en mi retina. He disfrutado mucho leyendo este
libro.
Clara María Rodríguez Galve